Desde
el Secretariado de Formación con mucho gusto nos alegra saludar a todos los
hermanos en formación inicial. Vosotros, queridos hermanos, sois el futuro de
la Orden, y vuestro testimonio y vuestro compromiso de vida, hace que vivir en
este mundo tenga más sentido. Cada vez que os visitamos en el nombre de nuestro
Ministro General fray Mauro y su Definitorio, nuestra esperanza y entusiasmo se
renuevan. Queremos compartir con vosotros el mensaje que nuestro Papa
Francesco, dirigió en la Plaza de San Pedro el pasado 28 de abril a un grupo de
jóvenes que próximamente recibirá Sacramento de la Confirmación:
Es una
invitación que dirijo a ustedes, los que se van a confirmar y a todos:
permanezcan estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor.
Aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos da el valor para caminar contra
corriente. Escuchen bien jóvenes: ir contra corriente. Esto hace bien al
corazón, pero hace falta valor para ir contra corriente. Y Él nos da esta
fuerza. No hay dificultades, tribulaciones, incomprensiones que nos hagan temer
si permanecemos unidos a Dios como los sarmientos están unidos a la vid, si no
perdemos la amistad con Él, si le hacemos cada vez más espacio en nuestra vida.
Esto también y sobre todo si nos sentimos pobres, débiles, pecadores, porque
Dios da fuerza a nuestra debilidad, riqueza a nuestra pobreza, conversión y
perdón a nuestro pecado. Es tan misericordioso el Señor que siempre si vamos a
Él nos perdona. Confiemos en la acción de Dios. Con Él podemos hacer cosas
grandes y nos hará sentir el gozo de ser sus discípulos, sus testigos.
¡Apuesten por los grandes ideales, por las cosas grandes, nosotros los
cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para las cosas pequeñas, vayan
siempre más allá, hacia las cosas grandes, jóvenes, juéguense la vida por
grandes ideales!
Novedad de Dios, tribulaciones en la vida, firmes en el Señor. Queridos amigos, abramos de par en par la puerta de nuestra vida a la novedad de Dios que nos concede el Espíritu Santo, para que nos transforme, nos fortalezca en las tribulaciones, refuerce nuestra unión con el Señor, nuestro permanecer firmes en Él: ésta es una verdadera alegría. Así sea.
Este es un mensaje que quiere dar ánimo a todos nuestros jóvenes hermanos. Vosotros tenéis el potencial de traer nueva brisa a nuestra Fraternidad Capuchina a través de vuestra vida creativa y llena de significatividad. Al mismo tiempo que nos esforzamos en conocer nuestras raíces franciscanas, tal y como nos ha invitado nuestro Papa, debemos abrir, de par en par, las puertas de nuestro corazón y nuestra mente a los nuevos caminos que Dios, a través de la Fuerza del Espíritu Santo, nos propone. Que el sueño de nuestro Padre Francisco cobren vida a través de vuestras nuevas aportaciones. Ahora es tiempo de llevar a cabo un intenso trabajo interior que cure nuestras heridas del pasado a través de la fuerza espiritual que nos da la vivencia de la memoria de Cristo. En nuestro Padre San Francisco, un hombre siempre en búsqueda y en constante actitud de crecimiento podemos encontrar muchas respuestas. Él nos invita a hacer la parte del camino que nos toca. Junto a vuestros formadores, nosotros también queremos estar cerca de vosotros para todo aquello que necesitéis. Os deseamos todo lo mejor, hermanos.
Novedad de Dios, tribulaciones en la vida, firmes en el Señor. Queridos amigos, abramos de par en par la puerta de nuestra vida a la novedad de Dios que nos concede el Espíritu Santo, para que nos transforme, nos fortalezca en las tribulaciones, refuerce nuestra unión con el Señor, nuestro permanecer firmes en Él: ésta es una verdadera alegría. Así sea.
Este es un mensaje que quiere dar ánimo a todos nuestros jóvenes hermanos. Vosotros tenéis el potencial de traer nueva brisa a nuestra Fraternidad Capuchina a través de vuestra vida creativa y llena de significatividad. Al mismo tiempo que nos esforzamos en conocer nuestras raíces franciscanas, tal y como nos ha invitado nuestro Papa, debemos abrir, de par en par, las puertas de nuestro corazón y nuestra mente a los nuevos caminos que Dios, a través de la Fuerza del Espíritu Santo, nos propone. Que el sueño de nuestro Padre Francisco cobren vida a través de vuestras nuevas aportaciones. Ahora es tiempo de llevar a cabo un intenso trabajo interior que cure nuestras heridas del pasado a través de la fuerza espiritual que nos da la vivencia de la memoria de Cristo. En nuestro Padre San Francisco, un hombre siempre en búsqueda y en constante actitud de crecimiento podemos encontrar muchas respuestas. Él nos invita a hacer la parte del camino que nos toca. Junto a vuestros formadores, nosotros también queremos estar cerca de vosotros para todo aquello que necesitéis. Os deseamos todo lo mejor, hermanos.
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